domingo, 22 de abril de 2007

EE.UU. y la economía hidrógeno.

Los EE.UU. se preparan para la economía del hidrógeno


El mes pasado, en El sueño de los tubos de escape leíamos lo que están haciendo los ingleses para preparar la llegada del hidrógeno a sus economías. ¿Y los estadounidenses? ¿Qué medidas están tomando?
El alza en los precios de los carburantes dispara el interés en el hidrógeno POR DOUG TSURUOKA INVESTOR'S BUSINESS DAILY El tema del hidrógeno está candente – y mientras que los precios del petróleo y las emisiones de gases invernadero sigan al alza, el interés en él solo puede subir. Considere estos datos:

• El presidente Bush distribuyó el año pasado fondos por importe de 1.200 millones de dólares USA en el desarrollo de tecnologías del hidrógeno aplicadas a la automoción.

• Cada uno de los fabricantes de automóviles gastan alrededor de 100 millones de dólares USA anuales de media en la investigación de combustibles de hidrógeno.

• El gobernador de California Arnold Schwarzenegger está impulsando un plan para crear una “Autopista del hidrógeno” en el estado para el año 2010.

Esto es lo que pasa cuando manejas un producto que puede reducir la dependencia del petróleo y el calentamiento global. El gas hidrógeno, generado a partir de agua y luz solar, puede emplearse para generar electricidad. El principal inconveniente radica en la dificultad de su empleo. La industria se esfuerza en perfeccionar una pila de combustible – especie de batería de coche – que pueda usarse para liberar la energía del hidrógeno. Y están consiguiendo algunos logros. “La punta del iceberg de la Economía del Hidrógeno ya está aquí”, comentó Walter Shroeder, presidente de DES (Sistemas Energéticos Distribuidos), pequeña compañía que vende productos comerciales de hidrógeno. El Coche del millón de dólares Pasará algo de tiempo antes de que el hidrógeno se convierta en la corriente dominante. Los expertos en la materia no creen que se empiecen a construir en serie coches accionados por hidrógeno hasta el 2015, más o menos. Hoy en día se fabrican ya prototipos, pero si se pusiesen a la venta el coste podría ser “aproximadamente de 1 millón de dólares”, comentó Schroeder. Por otro lado, algunos ejecutivos de la industria creen que en tres años las baterías basadas en pilas de combustible de hidrógeno podrían ser de uso común en el suministro de energía a las antenas de telefonía móvil. Investigadores australianos y norteamericanos dicen que contarán con paneles solares u otros dispositivos comerciales en menos de 7 años, y que de este modo conseguirán crear pilas de hidrógeno más baratas a partir del agua y la energía solar. Hoy en día el hidrógeno se emplea para refrigerar – aunque no para accionar – los generadores de energía eléctrica. El hidrógeno es el más ligero de todos los elementos conocidos y posee una conductividad térmica muy alta. Eso le convierte en un buen refrigerante en las turbinas eléctricas. Ayuda a disminuir la fricción térmica y a reducir el consumo de combustible, lo cual redunda en un ahorro de costes en las instalaciones que emplean este producto. La empresa de Schroeder (DESC) con base en Wallingford, Connecticut, produce y vende el Hogen, un generador interno de hidrógeno que enfría las turbinas eléctricas. Estos dispositivos, que tienen forma de frigorífico, son fabricados por Sistemas Energéticos Proton (SEP), una división de DES. DES cree que el sistema Hogen ahorra entre 100.000 y 500.000 dólares USA anuales por turbina en gastos operativos La mayoría de las plantas eléctricas poseen tres o cuatro turbinas. “Se obtienen más kilowatios hora de cada generador con el mismo suministro de combustible”, comenta Mark Murray, presidente de SEP. Un Hogen cuesta entre 60.000 y 150.000 dólares USA, dependiendo de su capacidad. Ya hay en uso más de 500 unidades, ubicados principalmente en plantas industriales e instalaciones públicas repartidas a lo largo de 46 países. DES desarrolla también pilas de combustible de hidrógeno para antenas de telefonía móvil. Debido al auge en el empleo de los teléfonos móviles, también crece la demanda de sistemas eléctricos de emergencia que puedan mantener activas las antenas cuando se sufren cortes en la red eléctrica. Aún cuando el uso inicial del hidrógeno sea el de sistemas de respaldo – remplazando las baterías de ácido, propensas a la erosión y a los daños provocados por el calor y los insectos – las firmas de telecomunicaciones creen que pronto se convertirá en la principal fuente de energía. Schroeder dice que DES podría hacer que eso fuese posible en 3 o 5 años. “Las pilas de hidrógeno pueden también generar energía y almacenarla hasta que sea necesario su empleo en una emergencia”, añade. La empresa DES, fundada en 1996, no es rentable aún, pero ya está muy cerca. En el primer trimestre del año las pérdidas en su cotización disminuyeron a solo 13 céntimos, comparado con los 19 céntimos del último trimestre del año pasado. Los ingresos saltaron desde 1,95 hasta 9,54 millones de dólares USA. Hidrógeno Solar Christopher Sorrel es otro pionero del hidrógeno. Sorrel dirige el Centro para Materiales y Conversión de Energía de la universidad australiana de Gales del Sur. Sorrel, al que no hemos podido contactar, espera que, en siete años, podrá contar con un panel solar comercial capaz de generar hidrógeno barato a partir de luz solar y agua. Al proceso se le conoce como hidrógeno solar. El concepto de este panel solar se basa en una cerámica compuesta por dióxido de titanio, posiblemente un elemento clave en la apertura del hidrógeno como fuente de energía. Este tipo de generadores de hidrógeno podrían crear la electricidad que activase las fábricas, y ser además usado para llenar los depósitos de los coches. Para cambiar a una economía del hidrógeno es crucial que seamos capaces de producir y manejar el hidrógeno de forma más barata, logrando productos más comerciales. Los métodos actuales de generación de hidrógeno se basan en el empleo de la electrolisis del agua o en el “exprimido” de combustibles fósiles tales como el gas natural. Estos procesos son tediosos y caros. Es difícil contener y manejar el hidrógeno. Este gas hace que los metales, como el acero, se tornen quebradizos y se filtra fácilmente a través de grietas diminutas. Por esto es complicado usarlo en pilas de combustible o cualquier otro dispositivo. Y los gastos de producción del equivalente en hidrógeno a un galón de gasolina son de 7 dólares USA. Pero ese precio tan alto podría bajar. El plan de Schwarzenegger para California incluye la construcción de una red de estaciones de servicio de hidrógeno a lo largo de las principales autopistas estatales, lo cual acelerará la adopción de los coches activados por pilas de combustible. Además, ha asegurado 50 millones de dólares USA en fondos de investigación del DOE (Ministerio de Energía) y está trabajando para que las empresas del estado aporten (a regañadientes) 225 millones de dólares USA para colaborar con las agencias gubernamentales en esta tarea.

http://www.astroseti.org/vernew.php?codigo=1241

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